Con motivo del día internacional de la mujer, el pasado 8 de marzo la ONU bajo el lema “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” pone sobre la mesa el papel de la mujer como agente activo y determinante en la lucha contra el cambio climático.
A lo largo de los años hemos visto como a las personas que viven bajo el umbral de la pobreza y entornos hostiles son las que me más se han visto afectadas por el cambio climático ya que no tienen acceso a los recursos naturales, siendo especialmente grave en el caso de las mujeres, acentuando de este modo la desigualdad de género.
Teniendo en cuenta esta situación en 2021 se creó la coalición para la acción sobre la acción feminista por la justicia climática en el foro de igualdad. Gracias a la misma se impulsa el reconocimiento y apoyo a las mujeres que luchan por la defensa del medio ambiente y se postulan como líderes en la transición hacia un futuro más próspero y respetuoso con nuestro planeta. Para ello parece fundamental promover la educación de las niñas no solo en paliar y entender el cambio climático si no en el hecho de que su voz y acciones son parte fundamental de la lucha colectiva contra esta lacra producida por los seres humanos ya que toda la población independientemente de su género debe poder estar en primer plano para decidir sobre su futuro.
Tanto hombres como mujeres se fortalecen si emprenden una acción conjunta y comprometida en pro del planeta y sus recursos y colaboran para poner la igualdad de género como bandera ante las soluciones contra el cambio climático. Por ello, el papel femenino no debe desvanecerse en las políticas, se debe asegurar que puedan optar a puestos de liderazgo en la misma medida que los hombres y se debe invertir en las iniciativas propulsadas por mujeres, como las existentes en cuanto a utilización de energías renovables, salud y libre elección reproductiva, etc.
Las mujeres siempre han sido sinónimo de sostenibilidad. Especialmente aquellas de pueblos indígenas como proveedoras de agua, alimento y gestión de recursos naturales, siendo de forma instintiva propulsoras del reciclaje y el aprovechamiento de los mismos. La fortaleza de estas mujeres que consiguen salir adelante sirviéndose del planeta y sus recursos incluso en los lugares más áridos así como la astucia de nuestras madres y abuelas que reutilizaban telas, alimentos y útiles no debe quedarse en la falsa idea de que con la llegada de los avances tecnológicos o la mejora de la calidad de vida y acceso a servicios no es necesario reciclar o usar de forma comedida los recursos que están a nuestra disposición. Estas mujeres que se alzan en entornos y periodos difíciles merecen no solo quedarse en el reconocimiento, debemos tomar su modelo como aprendizaje y legado en pro del medio ambiente.
Desde la asociación ADEPSI atendiendo el lema de la ONU “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” buscamos fomentar el reciclaje mediante talleres y charlas de concienciación del mismo modo que diariamente recordamos la importancia de reutilizar el material usado, siempre sirviéndonos de recursos ya presentes para hacer manualidades, escribir o crear. En cada sala del centro de estancia diurna contamos con cubos de reciclaje adaptados con imágenes y nombres de los envases. Además en las zonas comunes encontramos recipientes específicos para material propio de oficina como bolígrafos o correctores. Todas las personas sin importar su género son partícipes y parte activa de este movimiento en el que el reciclaje, el aprovechamiento y la actuación conjunta de toda la sociedad es primordial para en la medida de lo posible paliar el cambio climático. Un ejemplo de ello son las sesiones de horticultura que disfrutan algunas personas del centro, en las que gracias al cuidado del huerto y la recolección de frutas y verduras se fomenta el consumo sostenible y la utilización de los recursos naturales de forma provechosa pudiendo ser partícipes en el proceso de producción y recolección.
En ADEPSI cobra más fuerza si cabe este compromiso en pro del planeta ya que históricamente las personas con discapacidad intelectual no eran consideradas ni tenían las herramientas necesarias para tomar acciones de esta índole, por ello las charlas, la adaptación del contenido y la implicación en el proceso no solo ayudan al conjunto de la población a conseguir un futuro mejor donde contemos con los recursos necesarios, si no que se fomenta la autonomía y autodirección de cada persona, generando la satisfacción que trae consigo formar parte de la solución a un grave problema que hemos generado los seres humanos a lo largo del tiempo con nuestro consumo desmedido.
Las mujeres con discapacidad siempre han contado con una serie de hándicaps ya que la igualdad real es un proceso que evoluciona pero aún hay mucho camino por recorrer teniendo en cuenta que a día de hoy las mujeres pueden cobrar menos que un hombre teniendo el mismo empleo o están menos presentes en los puestos de liderazgo que implican decisiones o acciones importantes y del mismo modo el hecho de tener discapacidad intelectual genera en algunas ocasiones que, por desconocimiento, en la sociedad no tengan la suficiente voz y visibilidad, por ello es nuestro objetivo que especialmente las mujeres tomen decisiones y sean una figura a tener en cuenta en cuanto a la sostenibilidad y la mejora de nuestro entorno.
En definitiva educando en igualdad de género, desarrollo sostenible, alternativas menos invasivas con nuestro entorno, dotando a las mujeres del respaldo que merecen en esta materia y manteniendo desde la diversidad como objetivo principal de la sociedad la mejora de la situación producida por nuestros mismos, conseguiremos hacer de este un lugar mejor para vivir y dejaremos un futuro prometedor a las nuevas generaciones.