Vivienda

La institucionalización ha sido protagonista a lo largo de la vida de las personas con discapacidad. Esto significa, que dicho colectivo al independizarse de su núcleo familiar, quieran o no, sean institucionalizados.

Este modelo de atención, atiende a necesidades colectivas buscando el beneficio común del mismo, no teniendo en cuenta, en ocasiones, las necesidades personales y/o individuales. Por ello, se requiere apostar por modelos en los que las personas sean protagonistas y se tenga en cuenta la inclusión socio-comunitaria. 

En este contexto y con intención de dar respuesta a la realidad de las personas con discapacidad surge la Vivienda Tutelada de la Asociación ADEPSI que, apuesta por un Modelo de Atención Individualizado, donde la persona es protagonista y emprende su propio proyecto de vida acompañada y orientada según sus necesidades. Además, el modelo adapta el servicio a cada persona, ofreciéndole una atención individualizada proporcionando los apoyos necesarios y flexibilizando los ritmos y objetivos a conseguir. Se garantiza atender el bienestar físico y emocional, aportándole una vida segura y saludable. Por lo tanto, desde ADEPSI se apuesta por un modelo que entienda que para alcanzar la calidad de vida plena es necesario la interacción diaria con el entorno, haciendo uso de la gestión de redes comunitarias de apoyo. 

El servicio de Vivienda Tutelada de ADEPSI, ubicada en el barrio de 7 Palmas, entorno donde abundan comercios y restaurantes, además de estar muy bien conectado al resto de la ciudad y diferentes municipios si se hace uso de transporte público, ofrece a las personas que residen en ella, la oportunidad de desarrollar una vida en un entorno inclusivo. 

El servicio pretende que la persona no pierda oportunidades y que explore nuevas posibilidades. Además, ofrece la interacción con todos los recursos y servicios necesarios para que aprendan, se empoderen y fomenten la autonomía suficiente como hacer uso del transporte público y privado, comprar bienes y servicios, realizar gestiones bancarias, entre otras actividades de la vida diaria.

Y como reflejo de esta realidad quisiéramos contar con la experiencia de una persona que ha vivido la transición de una institución a nuestro servicio de vivienda tutelada.

¿Cómo definirías la VT?

Es una transición hacia la vida adulta y autónoma en la que se va adquiriendo habilidades para afrontar la vida real. 

¿Qué le dirías a alguien que está a punto de entrar en una VT?

Que no se preocupe que va a tener la libertad y oportunidades que nunca ha tenido.

¿Qué diferencias te llamaron la atención respecto a otros servicios alojativos?

Yo pensaba que iba a estar controlado, pero no nos controlan, simplemente nos supervisan. En la VT no hay imposiciones, nos escuchan y atienden nuestras necesidades y deseo. Los trabajadores no quieren imponer sus ideas, si no que nos aconsejan para que mejoremos en la vida.

¿Cómo valoras la localización?

Creo que está en la mejor ubicación porque está en la ciudad y cerca de todo

¿Cómo valoras lo servicios que se encuentran alrededor de la VT?

Los servicios están muy bien porque hay supermercados cerca y buen servicio de guagua así que puedes ir a cualquier parte de la ciudad sin problema.

¿Has percibido algún cambio desde que llegaste a la VT hasta el momento?

             Han mejorado las infraestructuras y mi nivel de autonomía, ya que he aprendido a cocinar y a hacer la compra de manera autónoma. También ha mejorado la atención porque hay más personal. 

 

Queda reflejada la necesidad de apostar por servicios que aporten calidad de vida a las personas, haciéndoles participe en la comunidad. Servicios que normalicen la discapacidad quitando las posibles barreras que no hacen posible la igualdad de oportunidades en la sociedad, garantizando que sean tratados como ciudadanos de pleno derecho. 

Vivienda tutelada